¡La mejor época del año!
Es cierto que para vestir quizá sea la más complicada. Lo de empezar por la mañana con chaqueta o abrigo y tener que ir quitándote capas y prendas a medida que avanza el día hasta quedarte casi en tirantes, y llegar a la noche buscando otra vez esa chaqueta en el fondo de la mochila/bolso/asiento trasero del coche…es poco más que perturbador. Pero ¡merece la pena!. Hay tantas cosas que hacer en otoño… Es la época del año donde todo empieza, el curso escolar, el de inglés que dejaste a medias en junio, las series favoritas de tv con manta en el sofá, las ligas deportivas… y las que planeamos: los paseos por la montaña y el campo, las actividades de agua hasta que llegan los días con frío, los planes con amigos y las escapadas de fin de semana.
Este año es especial, distinto y no muy bueno para todos estos planes. Un bicho virulento quiere acabar con todas estas cosas (y otras muchas), y va a dar al traste con todo lo que en primavera habíamos dejado en “tareas pendientes”. Tantas cosas que dejamos por hacer y que teníamos en mente para estos meses que vienen.
Es curioso como un bicho microscópico puede hacer tambalear a todo un planeta y hacer que nos recluyamos en nuestras casas, que tengamos miedo a tocarnos, a sentirnos y a salir. Esto nos recuerda que no debemos subestimar a la naturaleza, y que hasta el elemento más minúsculo puede tener la fuerza arrolladora de un volcán o un cataclismo.
Este año nos ha cambiado a todos, en nuestra manera de ver las cosas, en nuestra manera de valorar lo que tenemos y en cuanto echamos de menos lo que no podemos tener. Pero sobre todo nos estamos dando cuenta de la importancia de nuestra libertad. La libertad para poder entrar y salir, de estar donde queremos, de hacer planes, de quedar con nuestra gente, de poder trabajar. Está claro que cuando todo esto acabe, ya nunca volveremos a ser los mismos. Y no solo por todo lo que vamos a valorar esa libertad y ese poder elegir, sino que seremos más conscientes del poder de improvisación que tenemos como seres humanos. Seremos más capaces de adaptarnos a los cambios, a ayudarnos entre nosotros, a resistir y aguantar cuando creemos que ya no podemos más. Esto es lo que deberíamos ver, con lo que nos deberíamos de quedar. Con lo bueno. Con todo lo bueno que vamos a sacar de tanta contención, de tanto dolor y de tanta frustración.
Pero no debemos dejar de soñar, de imaginar y de planear, todo lo que volveremos a hacer cuando esto pase. Los paseos, los planes, las quedadas, las aventuras que nos quedan “pendientes”. Todas esas cosas que siempre quisimos hacer y que gracias a todo lo que estamos viviendo, se han vuelto tan importantes y tan deseadas, mucho más incluso que antes.
Ahora toca quedarse en casa, toca cuidarnos y protegernos, ahora hay que luchar juntos, aunque sea en la distancia. Toca reinventarse, renovarse, comenzar cosas nuevas y valorar las que siempre están ahí y le damos poca importancia. Sigamos planeando, sigamos manteniendo la esperanza y esperando a que todo esto termine. O al menos hasta que podamos volver a ser libres.
¡Ahora empieza nuestro otoño!
Elena de Andrés
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