En nuestra anterior entrada titulada «ACTIVIDADES EN LA NATURALEZA MÁS SOSTENIBLES: IDEAS PARA SU PLANIFICACIÓN» te contábamos como organizar una salida a la naturaleza pensando en minimizar el impacto en el medio natural. Pero de nada sirve planificar si al llegar a destino tenemos comportamientos que perjudican el ecosistema en el que nos hallamos. A continuación te proponemos unas pautas de actuación para que entre todxs consigamos no tener que mudarnos de planeta.
Devuelve tu basura a casa:
La lógica nos dice que es obvio, la práctica que no tanto. Si toda persona que fuese al monte devolviese todos sus residuos al cubo de basura de su casa no habrían desperdicios en la naturaleza ¿y por qué no es así?. Pues eso, todo lo que salió de nuestras casas a ellas debe volver.
No seas biodesagradable:
Con la excusa de: «No pasa nada por tirarlo, si es biodegradable» nos limpiamos la conciencia cada vez que nos deshacemos de, por ejemplo, cáscaras de naranja, plátano y otras guarrindongadas.
Todos los materiales se degradan, tarde o temprano. En el caso de residuos orgánicos (sin componentes químicos artificiales) se requiere un mínimo de 4 semanas para que se transformen. El hecho de que necesiten un lapso de tiempo corto para quitarse de nuestra vista, no quiere decir que no altere el medio. Estas son algunas de las razones por las que estos restos no deberían tirarse al suelo:
- Son visualmente desagradables, sobre todo cuando son masivos y concentrados, zonas recreativas y turísticas. También generan olores ajenos al medio.
- En el caso de alimentos con semilla (frutas, frutos secos…), pueden dar lugar a crecimiento de especies vegetales ajenas al medio en el que se introducen, pudiendo alterar el equilibrio de dicho ecosistema.
- Podemos alterar los hábitos alimenticios de especies animales, invitándoles a que se alimenten de desperdicios humanos pues les resultará más cómodo y provechoso que cazarlos o pastarlos.

Oso de la basura (Ursus quisquiliae)
Separa los residuos:
Bien, ya lo tenemos claro, nos llevamos nuestra basura de vuelta a la civilización. Una vez allí podríamos invertir 2 minutos en separarla en los distintos cubos de reciclaje. O mejor todavía, si voy con compañerxs, cada unx puede llevar un tipo de basura por separado. Sabemos que es añadir complejidad a nuestras rutinas, pero el planeta lo merece. Si todavía no has hecho el máster del universo en reparación de residuos, te aconsejamos que empieces por aquí: GUÍA PARA RECICLAR MÁS Y MEJOR.
Recolecta basuraleza:
En nuestro anterior artículo ya os hablábamos de iniciativas de grupos que salían a la naturaleza con la excusa de recoger basura en zonas muy degradadas. Es una acción altruista y solidaria que contribuye a la toma de conciencia y recuperación de espacios naturales presionados por el ser humano. Al fin y al cabo aunque no sea tu basura sí que es tu planeta.
Tu también puedes recoger basura en tus salidas particulares, para ello te sugerimos algunos consejos, sobre todo si los más peques participan en esta tarea:
- Designa un «guardián/a de la basura»: persona que lleva colgada en la mochila una bolsa de rafia (las azules suecas van bien), en la que los demás depositan los residuos. Si lo crees conveniente puedes establecer premios por bolsa llena por cada guardián.
- No recojas «residuos del cuarto de aseo», se degrada relativamente rápido y evitamos el peligro de contagio de enfermedades.
- Evita los cortes en las manos: utiliza guantes, palos y bolsas resistentes, máxima precaución al recoger cristales o metales.
- Si es durante una ruta larga o exigente, recoge basura en el último tramo, que suele ser más cerca de la civilización y por lo tanto con más residuos. Así evitarás cargar con excesivo peso demasiado tiempo.

Basura recogida en una jornada en el proyecto «Hiking for Change»
Ssshhhh!! sé un ninja:
La contaminación acústica, esa gran olvidada. Sin entrar en lo desagradable que es escuchar un altavoz con música a todo trapo en cualquier área recreativa, los sonidos ajenos a la naturaleza hacen mella en las diferentes especies vegetales animales, humanos incluidos. En general el exceso de ruido perturba la comunicación de algunas especies como las ranas, aves, cetáceos (sónar de embarcaciones): Las consecuencias, por ejemplo en las aves, son una baja tasa de reproducción, cambio de patrones migratorios y colateralmente baja polinización esparcimiento de semillas por estos animales.
No nos volvamos locxs, estas son algunas pautas de actuación que os proponemos:
- Disfruta del «silencio»: intenta distinguir cuántos sonidos diferentes eres capaz de reconocer en un bosque.
- Evita comunicarte a gritos entre los miembros de un grupo. Sobre todo en los grupos grandes puedes programar paradas o utilizar walkie-talkies para comunicarte entre la cabeza y la cola de un grupo.
- Si no puedes evitar escuchar música, lo cual desaconsejamos en la naturaleza, utiliza un solo auricular, de esta manera no molestarás y podrás percibir información que pueda ser vital: llamada de auxilio, piedras cayendo, un sasquatch un bailando con flow…

Sasquatch bailongo
Sigue el camino de baldosas amarillas:
Aunque «caminante no hay camino, se hace camino al andar», cuando muchos caminantes hacen camino por donde les da la gana el suelo acaba gravemente erosionado. Por ello debemos intentar seguir los caminos balizados saliéndonos de la traza lo menos posible.
No eres un monje budista:
Son muchas las civilizaciones que han apilado piedras con distintos fines a lo largo de la historia. Según la tradición budista y taoísta apilar piedras representa el equilibrio interior de la persona, en los Andes eran ofrendas a los dioses, puntos de referencia de navegación en el ártico o túmulos funerarios en Irlanda. Sea como fuere, en la actualidad la finalidad principal de un mojón de piedras es la de balizar un sendero y así poder seguirlo con facilidad.
Aunque esta costumbre tan «moderna» está más extendida en zonas de costa, sobre todo en baleares, últimamente se observan muchas torres pétreas en nuestras montañas. El problema que subyace en estas expresiones artísticas/espirituales/»posturéicas» es que se generan procesos erosivos que alteran tanto el paisaje como la vegetación asociada a estas piedras. Por otro lado pueden conducir a equivocación al seguir un sendero balizado con mojones.
En esta misma línea, si por razones de seguridad, te ves obligado a construir un muro de piedras para vivaquear utiliza alguno que ya esté realizado o esparce el tuyo al marcharte.

Arte deconstruido
Evita hacer fuego:
Vaya por delante que soy el primero que defiende que deberíamos educar a nuestros peques en el uso y los riesgos del fuego. También soy consciente de que un gran número de incendios forestales son intencionados. Dicho esto hay que asumir una realidad, en España hemos entrado en un círculo vicioso en el que cuanto menos fuego podemos hacer más nos olvidamos de como manejarlo y más probable es que provoquemos un incendio accidentalmente. Por otro lado, nuestro clima y estilo de vida hace «innecesario» comenzar a reaprender esta habilidad.
Por todo esto y aunque pueda parecer contradictorio os proponemos lo siguiente:
- Evita cuando puedas hacer fuego en la naturaleza, incluido fumar.
- Si no has tenido la suerte de aprenderlo de pequeñx, recibe instrucción sobre generar fuego y las medidas de seguridad a adoptar, un curso de supervivencia es un buen punto de partida.
- Haz fuego siempre que tengas ocasión: en una zona habilitada (chimenea, barbacoa, infiernillo) y siempre respetando la normativa y restricciones para cada zona y temporalidad, en la práctica está la maestría.
- Enseña a los más peques a manejar el fuego, puedes comenzar con algo tan sencillo como hacer una fogata imaginaria.
No actúes como en un zoológico:
La fauna de un entorno natural no esta a nuestra disposición para recrearnos. Cuando interactuamos con estas especies, aún con la mejor de las intenciones, los estamos perjudicando. Dar de comer a un animal salvaje, como por ejemplo un confiado zorro, puede alterar su comportamiento, volviéndose cómodo y buscando comida humana en lugar de sus propias presas, lo que altera el equilibrio de la cadena trófica. Además, podría provocarle enfermedades y trastornos debido a una alimentación incompatible con su fisiología. En ocasiones podemos llevarnos algún susto o mordisco tratándoles como si fuesen mascotas. Te recomendamos que observes la fauna y flora sin interactuar con ella, no arranques plantas, asustes o persigas a los animales ni tampoco los alimentes.

Ya tenemos cena Bubu!!
Aprende a hacer caca:
Algo tan básico e inevitable debería ser innato. De hecho en los animales lo es, solo tenéis que observar a un gato. Mas allá de lo desagradable que es ver, oler o pisar un señor mojón, existe un riesgo grave para la salud de todos. Voy a intentar resumir brevemente lo que Kathleen Meyer describe un libro entero, que os recomendamos encarecidamente: «Como cagar en el monte: una aproximación ambientalmente sensata a un arte perdido»
- Las heces de los animales, contienen organismos patógenos que transmiten enfermedades: bacterias, virus, parásitos y protozoos. La más común es el parasitos de la giardiasis, que se encuentra en el intestino de personas y animales y se transmite por ingesta de sus heces. Muchos de nosotros no hemos desarrollado síntomas pero somos portadores.
- Cuando nosotros plantamos un pino cerca de una corriente de agua estamos depositando estos parasitos en ella. Si este agua es ingerida sin tratarla previamente este patógeno encuentra un nuevo huésped y se reproducirá allí provocando estos síntomas: diarrea, malestar, cólicos, náuseas o perdida de peso.
- La manera de prevenirla es manteniendo una correcta higiene de manos cuando estamos expuestos a las heces y potabilizando ¡siempre! el agua de cualquier fuente no tratada de la que queramos beber.
Para evitar su expansión, y por lo tanto reducir la probabilidad de contagiarnos al beber agua debemos aprender a ir al baño en el monte:
- Alejarse al menos 200 metros de cualquier curso de agua o escorrentía.
- Cavar un hoyo de al menos 20 centímetros de profundidad
- Hacer tus cositas dentro del hoyo
- Guardar el papel para tirarlo a un cubo de basura, o quemarlo o enterrarlo si no es posible.
- Tapar el hoyo y volver silbando de alegría por el trabajo bien hecho.
De no poder proceder por el método del hoyo, existen alternativas, aunque lo más común es llevarse TODO de vuelta la civilización. Este acto de solidaridad es habitual en espeleología, escalda en big walls, rafting y kayaking…

Un placer indescriptible
Reflexionando:
Debemos poner en coherencia nuestra forma de pensar y actuar. Nuestro paso por la naturaleza con objetivo de disfrute no debe provocar un daño irreparable en pro de nuestra comodidad o costumbres urbanitas adquiridas. Tarde o temprano pagaremos el precio o recogeremos el beneficio de nuestras acciones. Si a en ocasiones te sientes como un bicho raro y solx entre los comportamientos incívicos de otras personas recuerda:
«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo»
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